martes, 4 de diciembre de 2018

Rafael Murillo:"El mundo cofrade es tan bonito como sucio a su vez"





Nace el siete de febrero de 1998, en Córdoba. Hijo único, de madre nazarena y padre costalero. Bautizado el 11 de abril de 1998 delante de su virgen de la Soledad, a la que considera el amor de su vida. Las rodillas de su abuelo, vértice fundamental de su vida, le ayudan a apreciar los primeros recuerdos cofrades que mantiene. Las marchas y el incienso, lo que nunca faltaba en su casa. El primer costal de su padre, que guarda él con gran cariño, también es el suyo y al que "obliga" a su padre ponerle una serigrafía de su señor del Prendimiento.



20 años de cofrade, pronto 21 y sigue sintiendo igual que de niño, disfrutando y viviendo las hermandades de cerca. Y aún mejor, nos las trae. Dirige el programa de Semana Santa La Vía Sacra, que en tan solo meses, han sido miles las personas que se han informado de nuestra Semana Santa.


Costalero, de oficio, de sus titulares. Soledad, Prendimiento y Carmen de San Cayetano, sumándole su hermandad de la Cena es el elenco que conforma su corazón, aunque cabe destacar su amor hacia la Esperanza de Triana. No os contamos más, descúbranlo por ustedes mismos.


Buenas tardes Rafa. Un placer tenerte.


 El placer es mío, gracias por entrevistarme aunque creo que no soy el más indicado. Me siento quizá incómodo, suelo ser yo quien hace las preguntas. (Risas). Pienso que hay gente mucho más importante que entrevistar que a mi, solo soy un Cofrade más. Hay cofrades que llevan años y años limpiando candelabros en sus hermandades y no se le dan premios, ni se le reconocen. Creo que por ponerme un costal, o ubicarme delante de una cámara no me hace tener más voz que esa persona que jamás le dan una palmadita en la espalda por limpiar, como decía, años y años un candelabro.


 La pregunta que nunca falta en cada programa de La Vía sacra "¿Cómo ves la Semana Santa de Córdoba?"

Evolucionando. Es fácil de apreciar el auge que están teniendo las distintas corporaciones de nuestra ciudad. Pero aún nos queda mucho por formarnos y por llegar a ser, aunque esto solo es el comienzo de una gran Semana Santa.

Es cierto, que el cofrade de Córdoba tiene que ser capaz de formarse mucho más todavía. Hay que ser cuidadoso con cualquier mínimo detalle. En esta ciudad sobran los que se saben todas las marchas de cualquier banda, los cambios que puede realizar una hermandad o saberse de memoria los videos, por ejemplo, de cuando el misterio de Humildad y Paciencia pasa por Colón. Que está bien, pero eso para un cofrade es muy escueto.



Deberíamos formarnos más en nuestra historia. Porque de ella, es de donde venimos y de donde se ha propiciado todo lo que somos a día de hoy. Creo que si descubrimos eso, y somos objetivos con los errores que se cometieron en nuestro pasado, llegaremos a ser mucho más.



¿Han querido manchar tu imagen alguna vez?


¿A quién no? Mira, el mundo cofrade es tan sucio como bonito a su vez. Delante te alaban, y por la espalda te critican. A mi que me critiquen me da igual, sinceramente. Creo que quien me conoce, o ha querido conocerme, y lo ha hecho, ha cambiado de opinión. De hecho, me lo han dicho muchas veces.


No sé si puede ser la envidia, de haber hecho varias cosas como para la Macarena o Esperanza de Triana, o en Córdoba por que he realizado cosas para distintas hermandades. Porque a día de hoy, tengo abiertas las puertas de muchas hermandades, las cuales me acogen inmensamente bien.

Lo que sí está claro es que la envidia es un pecado capital. Pero bueno, yo sigo durmiendo igual de bien todas las noches.




Cofradías de Cuna.


Por herencia familiar, mis hermandades son el Prendimiento y la Soledad. A día de hoy, son mis devociones más fuertes. Es cierto que del Prendimiento me hice hace relativamente poco. A diferencia de Soledad, a la que me hacen mis abuelos desde el dia que me bautice, el 11 de abril de 1998 en la tarde de un Sábado Santo. Aún así he de decir que mi cofradía más fiel es Soledad.


A día de hoy, otra que considero imprescindible, porque la palabra importante se me queda pequeña, es la hermandad de la Cena. Me han acogido muy bien, he aprendido mucho y mis mayores amistades están allí. La culpa de esto la tiene José Luis Castilla, que fue quien cada día me llamaba para ir para allá.

Si hablamos de Sevilla, siento mucha devoción por el Gran Poder y la Esperanza de Triana. Aunque no es algo que para mi parecer tenga que hacer gala de ello, y hay mucha gente que no lo sabe. y, luego, mi virgen del Carmen. Que también le tengo mucha devoción y es un placer ser costalero de ella. Pero estas devociones, si las he ido cogiendo más tardías.




¿Cúal es tu vida cofrade en la actualidad?


Actualmente, estoy sobre todo volcado en lo que es la comunicación de noticias. Soy director del programa, que muchos conocen, de La Vía Sacra y colaborador del programa de radio Vivimos la Pasión en Sevilla. En este último sitio, además de hablar por la radio, soy redactor de alguna noticia.


A modo de cofrade, la vida la estoy desarrollando donde me la dan, en la hermandad de la Cena. Y si hablamos de salidas, tanto penitenciales como de procesiones de gloria, Soy Costalero.



¿Cómo ha sido tu etapa cofrade desde pequeño?


Feliz. Es como todo, las hermandades y cofradías, no dejan de ser un grupo social. He conocido a mucha gente, he reido y todo lo demás. Es cierto, que no todo ha sido así, ha habido momento malos para mi, pero siempre me voy a quedar con los buenos. Estoy muy contento con ser lo que soy, y no me arrepiento. No siempre llueve a gusto de todos, pero es algo con lo que tenemos que vivir. No podemos amargarnos la vida por personas que no merecen la pena.


Nada es eterno en esta vida, nada. Y un mandato de un hermano mayor, mucho menos. Por lo que no es algo que, como decía antes, me impida dormir por las noches.


Pero, volviendo al tema de antes, mi vida cofrade ha sido muy feliz. Tengo buenos recuerdos de aquellos que quiero que estén siempre en mi vida. Los domingos de Ramos con mis abuelos. Salir de costalero con mi padre, creo que ese es el mayor recuerdo que me puedo llevar, y lo hago año tras año. Aún, tengo que aprender mucho de él. Es un gran maestro, no solo como costalero, sino, como persona.


Siempre lo he dicho, que yo cuando iba a comer a casa de mi abuela, y era pequeño, allí se sentaban auténticas juntas de gobierno. Y eso me ha marcado.

Has estado mucho tiempo como redactor y dando opinión ¿Cómo ha sido para ti?

Comencé en Gente de Paz, pero esta primera etapa era como redactor nada más. Me gustaba escribir, y me gustaban también las cofradías. Tenía lo que buscaba. Después colaboré también en Bajo el costal, La venía en Sevilla y el Candelero. Lo deje por un tiempo, hasta que me ofrecieron en varios sitios dar opinión. Decidí, estar con Gente de Paz, hasta junio de este año. Puedo decir que muchos de los periódicos que estamos acostumbrados a ver y a leer, han estado interesados en mi.


He vivido muchas cosas, durante este tiempo, y he visto algunas otras que muchos cofrades pagarían por verlas. Pero sobre todo, me llevo amistades. He conocido personas maravillosas en Sevilla, en Jerez, en Málaga y en Jaén.


Aunque no todo es tan maravilloso, como lo parece. La labor que tiene un redactor es muy dura, estás casi todo el día escribiendo y atento al teléfono. Además de que cuando hay algo que no le gusta a determinadas juntas de gobierno, sea verdad o mentira, falten el respeto o no, te tachan de “metemierdas”, pero luego son los primero en criticar a la espalda. O tienes, que levantarte de una mesa, cuando en una entrevista te contestan de una manera muy rara, o desviando el tema porque no le interesa contestar, en vez de decir que le cambie la pregunta. En fin, el pan de cada día.


¿Cómo ves que La Vía Sacra, esté siendo un referente?


Hace unos días tuvimos nuestro primer programa en directo. La verdad que la gente se portó, y cumplió. Todo, por ahora, han sido buenas críticas. Me alegra en parte, porque creo que le estamos dando a Córdoba el lugar que le corresponde.


Poco a poco nos estamos “profesionalizando”, y todo se debe a esta gran familia que hemos unido. Todos vamos a una, y aunque yo sea la cara visible, todos decidimos. No hay nada,que antes, no pase por todos los que componemos este equipo.


Tenemos muchos proyectos, algunos más cercanos a otros. Por eso, estamos tardando tanto en sacar todo lo que tenemos. Pero me gusta ir por la calle, y que la gente me pare para preguntarme cual es la siguiente entrevista o cuando vamos a subir la salida extraordinaria de la virgen del Rosario. Eso quiere decir que la gente, está comprometida con nuestro contenido. Es de interés público.


¿Cómo ves la actualidad del costal? 

Sinceramente, veo que aparentamos ser lo que no somos. Intentamos ser los costaleros de antaño de “yo trabajo con..” y no tiene que ser del todo así. Tienes que ser coherente, es bastante obvio que a día de hoy hay muchos capataces y buenos. Pero no nos enteramos que lo que importa no está delante del paso, sino arriba. Y por eso, es por quien hay que trabajar.


Yo puedo presumir de que he trabajado con los mejores capataces de Córdoba, pero no lo hago.Yo presumo de pasear mi fe por las calles de Córdoba. De eso tiene que presumir un costalero. Más presumir de pasear a Dios o a su bendita madre, y dejar de “endiosar” a esos capataces que solo muestran el interés por pegar cuatro voces y le da igual la gente que hay de abajo, o lo que lleva arriba. Entiendo que buenos cofrades no pueden serlo todos.  


Cambiando de tercio, ¿Quién ha sido tu referente a la hora de informar?


En mi casa, siempre se ha escuchado a Carlos Herrera. Para mi es un referente, y tengo que aprender mucho de él. Porque de Carlos Herrera, siempre se está aprendiendo. Soy muy fan, o como se diría, “Forofo”.

También, comparto muchas cosas del maestro, porque es un maestro, Antonio Burgos. Iñaki Gabilondo o el mítico, Luis del Olmo. José Antonio Luque, otro que para mi ha sido un referente, y además que tengo el placer de conocerlo y verlo trabajar de cerca. Irene Gallardo, a la que le digo madrina, y que tengo una amistad muy buena con ella, Voz, donde las haya, de nuestras cofradías.


¿Crees que te han tomado como referente?


Pues no lo sé. Sé que hay gente que sigue de cerca mi trabajo. O, de gente, que me ha tenido envidia, y me ha intentado tirar mi trabajo por tierra. Pero bueno, si eso es así, es porque algo estaré haciendo bien. Por lo que tampoco me preocupa. Sé quien soy, lo que hago, y como lo hago.


Sé de gente que quiere que le ayude, y siempre estará ahí mi aportación. Y ellos, mismos saben que conmigo no tienen problema. Aún siendo de distintos medios de comunicación.


Ya para terminar, ¿Cuál es tu opinión sobre la Magna Exposición?

No puedo opinar de lo que no sé. Por lo que tampoco puedo hablar.

Quizás, sí tuviera que decir algo, no es más, el abuso de cofradías en la calle. Muchas extraordinarias, sin sentido. Lo que está claro, es que hay un trasfondo mucho más allá de una conmemoración, que con el tiempo veré si es verdad o no. Todo en esta vida, tiene un trasfondo.

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